sábado, 22 de octubre de 2011

Qué esconden al negarse a hacer política.

La semana pasada el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, anunció que la Junta no cumplirá los plazos previstos de presentación de los presupuestos de la comunidad para 2012 y no descarta prorrogar los de este año.

Aunque esta afirmación provoca sorpresa, por parecer que es un profundo conocedor de la economía extremeña, máxime cuando propone al Sr. Monago el anunciando e indefinido recorte presupuestario de entre el 10 y el 20%, o el temido déficit, que evaluó tan rápidamente en el 6,8% contradiciendo el algo más del 2% señalado por el anterior ejecutivo, merece un análisis más pausado de las causas para este anuncio.

La realidad es que la ley más importante que marca las políticas y programas de un gobierno para con sus gobernados es la ley de presupuestos. Es ahí, y no en los programas electorales ni en los discursos de investidura, donde se reflejan las prioridades de un gobierno. Por decirlo aún más claro, es en esta ley donde quedan reflejadas las políticas que se van a hacer, con qué programas, en qué tiempos, con qué presupuesto y el grado de desarrollo que alcanzarán. Por tanto, renunciar a hacer esta ley es renunciar a hacer la política que un gobierno quiere hacer, máxime cuando alguien que se presenta a unas elecciones lo hace para hacer sus políticas, y cuando lo hace con un eslogan que dice cambio. Por tanto, las razones deben ser muy fuertes.

Oficialmente, la causa aducida por el Sr. Antonio Fernández es que desconoce los ingresos para Extremadura por parte del gobierno central. Yo me permito dudar de esta afirmación porque sigue en vigor el anterior acuerdo de financiación de las comunidades autónomas, que fue corregido a la baja por los criterios de austeridad que la Ministra Salgado comentó en su momento, y que podrían corregirse aún más por la diferencia entre el crecimiento esperado respecto del observado. Es más, si esto no fuese así, TODAS las autonomías estarían igual, sin poder hacer sus presupuestos, algo que no es cierto. Es más, si dicen ser el cambio y lo quieren ser, siempre pueden fijar su techo de gasto con una previsión a la baja de sus ingresos, y a partir de ahí, distribuir las partidas de gastos según sus prioridades, según sus criterios políticos.

Yo me permito vislumbrar otra posibilidad, que las áreas que van a sufrir los recortes que la política del PP de Extremadura quiere aplicar son tan sensibles, que pudieran afectar al resultado electoral del 20N. Y una de las razones por las que creo que esta posibilidad es factible, es porque el Sr. Monago tiene un voto “prestado” que viene del desencanto por la política nacional, que no regional, y ese voto quieren conservarlo. Si esta fuera la razón, sería un comportamiento de villanos, por ser suaves, que su electorado (bueno, sólo una parte) le debería hacer pagar muy caro.
Una segunda posibilidad es que las áreas que van a sufrir los recortes son tan sensibles, que ni sus grandes aliados, IU de Extremadura, les apoyarían, aunque en esta posibilidad la última palabra la tiene el Sr. Alejandro Nogales.

Hay una tercera que yo descarto, pero es posible, y es que no tuvieran previsto qué presupuesto quieren y andan ahora pensando qué hacer y como gobernar.

En cualquier caso, dejo a los lectores que elijan la que mejor les parezcan, y sobre todo que piensen en ellas.

martes, 18 de octubre de 2011

Cuando el árbitro es también forofo.

Cómo solemos ponernos cuando el árbitro de un encuentro deportivo está manifiestamente del lado de uno de los contendientes por ser forofo de éste. Nos indigna y pedimos su cabeza, buscamos responsables entre quién le nombró o por la forma en la que se le nombró, y si el deporte fuera futbol, todavía más. Pienso que lo hacemos porque nos parece injusto, porque un árbitro no ecuánime desvirtúa el espectáculo deportivo y porque daña la imagen del mismo, y porque impide saber qué equipo hubiera sido el ganador, que en definitiva es lo que se busca.


Pero no nos comportamos igual cuando el árbitro de los embates político es un forofo, y me explico. Está ocurriendo en Extremadura, donde el Presidente de la Asamblea (ahora Parlamento), el Sr. Fernando Manzano, el árbitro del lugar donde reside la soberanía de todos los extremeños, que tiene que hacer valer el reglamento de funcionamiento de nuestro parlamento, y que debe ser ecuánime con los tres grupos parlamentarios allí representados, muestra una y otra vez que antes que Presidente es forofo del PP. Desde mediados de agosto y hasta finales, hizo dos comparecencias para pedir al Presidente Guillermo Fernández Vara, ahora presidente del grupo parlamentario del PSOE, que se pronunciara sobre las declaraciones del Ministro de Fomento sobre el Eje 16. ¿Y era ese su papel? No, ese es el papel del portavoz del otro grupo parlamentario, o incluso del propio Presidente José Antonio Monago. Pero se ve que el Sr Manzano prefiere ser partidario a Presidente de la Asamblea, porque a inicios de septiembre, como buen forofo del PP, fue el primero en calificar la decisión del Sr. Guillermo Fernández Vara de no asistir al desayuno propuesto por el Presidente José Antonio Monago. Y por supuesto, este partidismo absoluto recibe pronto su premio, porque es nombrado responsable en Extremadura de la próxima campaña del PP a las elecciones generales del 20M. Sin duda, esto alimenta su decisión de ser forofo antes que Presidente de la Asamblea, y vuelve a ser el primero en criticar las listas del PSOE a las próximas elecciones generales.

Todas estas son pruebas evidentes de que el Sr. Fernando Manzano es absolutamente partidista y forofo, algo que creo que le inhabilita para ser Presidente de la Asamblea de Extremadura, cargo que requiere una misión y visión que debe estar por encima de los grupos parlamentarios que la conforman. Y enlazando con el principio, si esto hubiera sido un deporte, estaríamos indignados y comentándolo hasta en los bares, pero como no lo es, nada decimos. Y sin embargo no es nada banal, porque estos comportamientos disminuyen la calidad de nuestra democracia que se vuelve injusta y poco representativa.

Y como decía al comienzo, si esto hubiera sido futbol ya habríamos reclamado que el o los responsables de la designación del árbitro diesen explicaciones. Pero esto es política, y parece que a nadie le importa las razones que el Presidente, José Antonio Monago, tuvo para nombrar a alguien que, en tan poco tiempo, se muestra tan poco preparado para llevar a cabo su papel como depositario de la representación de todos los extremeños.

Y cuando escribo esto leo cómo el Sr. Fernando Manzano trata de evadirse con torpeza de las acusaciones de nepotismo, otro mérito que sumar al de forofo. Con esto y algunas cosas más, como nadie lo remedie, su curriculum vitae necesitará otro post-it.

Publicado por vueltadehoja.com

PD: ésta es mi primera contribución a la colaboración que este periódico digital me ha pedido, de manera que cada dos semanas escribiré para ellos y también lo publicaré aquí unos días después. Veremos cómo funciona.

domingo, 16 de octubre de 2011

Balance

Desde el 22 de septiembre de 2011 mi vida ha cambiado, he pasado a realizar mi labor profesional de la Facultad de Veterinaria de la UEX a la Facultad de Ciencias de la misma universidad. El cambio es notable como consecuencia de que yo vivo en Badajoz, de manera que he estado casi 18 años, los hubiera hecho el 1 de octubre, yendo y viniendo a trabajar por la carretera entre Badajoz y Cáceres, haciendo casi 200 Km diarios, unas 2h y 30' en un coche. Haciendo un cálculo aproximado, considerando 200 días laborables por año, me salen 40.000 Km anuales, unas 500 horas anuales en ese habitáculo, o lo que es lo mismo, casi 21 días por año metido en el coche. Considerando los 18 años, salen 720.000 km, 9000 horas en un coche, o lo que es lo mismo, 375 días dentro de un coche, algo más de un año. Y hasta aquí los número, que no dejan de ser fríos pero reveladores de lo que ir a trabajar ha supuesto para mí.

Llevo tres semanas en mi nuevo sitio, donde tengo un despacho y laboratorios equivalentes a lo que ya tenía, pero hay muchas diferencias. La más evidente, que voy y vuelvo del trabajo andando o en autobús, y sólo cojo el coche para hacer la compra. Como en casa todos los días, y comparto sobremesa con mi mujer e hijas, tras 18 años sin hacerlo, todo un lujo de normalidad.

Pero no todo iba a ser felicidad, echo mucho de menos a la gente de mi laboratorio. Han sido muchos años, los 18, compartidos con Juan Carlos, al que añoro. Y aunque menos años compartidos, echo de menos a Chus, a Ricardo, a Marta y a Montaña, me faltan todos.

Pero pensando en ellos y en mí, lo que tengo claro es que tengo que empezar, y esta vez no es de cero y con mucho más experiencia, pero tengo que hacerlo, construir un nuevo grupo de investigación en Badajoz, en la Facultad de Ciencias, y mantener mi grupo en Cáceres. Es lo que me toca, es lo que intentaré.

PD: yo hice la tesis aquí, donde me he incorporado ahora, por eso me sorprende la frialdad con la que he sido recibido.