Mi hija llegó de su campamento, llegaron en autobus y se bajaron al andén unos 15 chavales de entre 14 y 17 años. Se abrazaban por parejas diciéndo no olvidarse, se agrupaban todos para cantar, todo ello bañado por las perlas que sus irritados ojos dejaban salir. Un espectáculo de sensibilidad, pasión, encanto y amores entre amigos y más que amigos.
Más de media hora de despedida, pero de intensidad desconocida para un padre, alejado para no turbar su intimidad, en un segundo plano para cuando tocara.
Ya viene, se desbordan los sentimientos, sigue mirándoles. Es normal.
Una generación muy humana, de buenos valores, donde la amistad es principal.
Ya está en casa.
16 comentarios:
¿Y lo agustito que duerme uno cuando están todos bajo el mismo techo?
Hay veces que se me pasa la mano de protectora, es lo que tiene ser madre
Anda padrazo, lo que has sufrido!!!, que se está haciendo una mujer, y todavía te queda aprender a aceptarlo, ella ha sido feliz, y sé que tú también te sientes feliz por ella, lo que tenemos que sufrir, por conseguir su felicidad, ehhhh, besazos, nos vemos el sábado al final que lo sepasssssss....
Qué razón tenéis las dos, buscar ese punto entre protección y libertad es muy difícil. Pero se aprende mucho.
Satine, me alegra ese cambio. Ya me contarás.
Besazos, pero repartiros.
Hola Paco:
Tienes toda la razón, que pedado de generación se está formando, además sin complejos y con un gran corazón, con unos grandes sentimientos. Esta es la Extremadura del futuro. Una Extremadura altamente solidaria.
Recibe un muy fuerte abrazo de tu amigo Javier Caso Iglesias.
Donde pone pedado ha de decir pedazo, perdón por el error mecanográfico.
Enhorabuena Paco, la apertura del blog me parece fenomenal. Te felicito por el título elegido, sin duda para mi, de mucho interés y por el entusiasmo e ilusión que detrás de él hay.
Me alegro de la llegada de tu hija a casa. La mia probará su primer campamento en agosto. Espero que vuelva también cargada de emociones.
Un saludo.
PD. Google no me lo puso dificil para encontrarlo....
Es posible q no me identifiques, y olvidé firmar, soy Jacinta.
Amigo Paco, llegados a cierta edad -que por cierto no es la tuya- los padres sabemos la teoría de como debemos comportarnos con nuestros hijos. El problema se presenta cuando los sentimientos se sobreponen a la teoría...cometemos errores, pero...benditos errores (como diría Santiago Carrillo).
Te toca pasar una época complicada, pero normalmente se pasa y sólo queda el cariño. Creo que el de unos padres hacia sus hijos es superior a todos, aunque quizás es de características similares el los de abuelos a nietos -con convivencia-, o al menos eso creo. Ayer te ví feliz con esas dos hijas y eso que era el teléfono.
No teorizo más...disfruta ahora que puedes. Un abrazo y ya nos veremos. Ricardo.
Hitos que razón tienes pero también hay que pensar en lo bien que ellos se lo han pasado, yo a pesar de los años sigo recordando y añorando los buenos momentos vividos cuando me iba con el colegio a algún que otro campamento, disfrutaba como lo que era una niña, hoy no me importaría irme, es algo de mi niñez que me ha dejado un buen sabor de boca.
Paco me alegro que tu hija ya haya llegado y me quedo con la siguiente frase de tu entrada:
Un espectáculo de sensibilidad, pasión, encanto y amores entre amigos y más que amigos.
Una generación muy humana.
La verdad es que encontrar a alguien que analice estas facultades y valores de las personas es porque eres una persona tremedamente humana. Un saludo en esta tarde.
Qué bonito Paco!
Y qué suerte tienen tus hijas de tener un padre con tanta sensibilidad...
Besitos castos
Hola Javier,
Hace tiempo que esta generación me convenció y casi que sólo trabajo para dejarles a ellos algo mejor de lo que nosotros cogemos. Es tan difícil.
Un abrazo
Jacinta,
¡Qué bien verte por aquí!.
Ya sabes, anímate a pasarte siempre que puedas. Pronto tendrás el tuyo, seguro.
El primer campamento es duro, pero más para las madres, esas madres.
Un besazo y nos vemos
Ricardo, sin duda estaba más que feliz, todos juntos otra vez. Pero es ley de vida, se irán algún día, cuando estén preparadas, espero.
La mirada de Ruth, gracias por pensar eso de mi, espero que se acerque a la realidad. Te he incluido en el blog.
Un abrazote para los dos.
Cherry, Cherry,
Con los hijos no se puede ser más que sensible.
Vamos desvelando tu identidad. Mari...?.
A proposito, ¿qué significa experto 121?.
Castos, castísimos besos y que los resultados te acompañen.
Pues esas escenas de complicidad padres-hijos son las que prometen un futuro esperanzador.
Nosotros tenemos dos de 17 (chico y chica). Es tan bonito cuando te cuentan sus "aventurillas".
Cuentan lo que quiere, claro, pero hay diálogo y eso creo que es lo que importa.
Que dure!!
Un abrazo,
Rosa
Queridídimo amigo, estamos en el mismo barco en muchas cosas, una de ellas es esa de los crios, mis hijos también se han ido de campamento, la tuya vuelve, la mia se va. El sentimiento, creo, el mismo. El único defecto es la edad tonta esa en que están, que hagamos lo que hagamos somos siempre los malos. Mi mujer me dice que tenga paciencia, que recuerde ese período. ¡Hace tantos años! ¡Qúé vamos hacer!.
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