martes, 3 de agosto de 2010

Todas las mañanas

No hace demasiado, a principios de año, el trazado amarillo que la imagen muestra, no lo podía hacer. Y la razón es sencilla, mi peso está ahora próximo a los dos dígitos, van casi 35 kilos menos, y ahora ya si puedo echarme estas carreritas.

Ha sido un camino largo, que tengo que seguir haciendo, y que requiere voluntad. Pero es que la cirugía para salir de la obesidad mórbida que padecía no me convence. Y esto es duro, pero posible, aunque entiendo que la solución para otros sea el quirófano.

De todas formas, este mes me relajo con las cervecitas de mediodía y algún vino en las comidas, que ya llegará septiembre para seguir apretándome el cinturón.

Y si queréis encontrarme, ya tenéis mi recorrido