La
semana pasada el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández, anunció
que la Junta no cumplirá los plazos previstos de presentación de los
presupuestos de la comunidad para 2012 y no descarta prorrogar los de este año.
Aunque
esta afirmación provoca sorpresa, por parecer que es un profundo conocedor de
la economía extremeña, máxime cuando propone al Sr. Monago el anunciando e
indefinido recorte presupuestario de entre el 10 y el 20%, o el temido déficit,
que evaluó tan rápidamente en el 6,8% contradiciendo el algo más del 2%
señalado por el anterior ejecutivo, merece un análisis más pausado de las
causas para este anuncio.
La
realidad es que la ley más importante que marca las políticas y programas de un
gobierno para con sus gobernados es la ley de presupuestos. Es ahí, y no en los
programas electorales ni en los discursos de investidura, donde se reflejan las
prioridades de un gobierno. Por decirlo aún más claro, es en esta ley donde
quedan reflejadas las políticas que se van a hacer, con qué programas, en qué
tiempos, con qué presupuesto y el grado de desarrollo que alcanzarán. Por
tanto, renunciar a hacer esta ley es renunciar a hacer la política que un
gobierno quiere hacer, máxime cuando alguien que se presenta a unas elecciones
lo hace para hacer sus políticas, y cuando lo hace con un eslogan que dice
cambio. Por tanto, las razones deben ser muy fuertes.
Oficialmente,
la causa aducida por el Sr. Antonio Fernández es que desconoce los ingresos
para Extremadura por parte del gobierno central. Yo me permito dudar de esta
afirmación porque sigue en vigor el anterior acuerdo de financiación de las
comunidades autónomas, que fue corregido a la baja por los criterios de
austeridad que la Ministra Salgado comentó en su momento, y que podrían
corregirse aún más por la diferencia entre el crecimiento esperado respecto del
observado. Es más, si esto no fuese así, TODAS las autonomías estarían igual,
sin poder hacer sus presupuestos, algo que no es cierto. Es más, si dicen ser
el cambio y lo quieren ser, siempre pueden fijar su techo de gasto con una
previsión a la baja de sus ingresos, y a partir de ahí, distribuir las partidas
de gastos según sus prioridades, según sus criterios políticos.
Yo
me permito vislumbrar otra posibilidad, que las áreas que van a sufrir los
recortes que la política del PP de Extremadura quiere aplicar son tan sensibles,
que pudieran afectar al resultado electoral del 20N. Y una de las razones por
las que creo que esta posibilidad es factible, es porque el Sr. Monago tiene un
voto “prestado” que viene del desencanto por la política nacional, que no
regional, y ese voto quieren conservarlo. Si esta fuera la razón, sería un
comportamiento de villanos, por ser suaves, que su electorado (bueno, sólo una
parte) le debería hacer pagar muy caro.
Una
segunda posibilidad es que las áreas que van a sufrir los recortes son tan
sensibles, que ni sus grandes aliados, IU de Extremadura, les apoyarían, aunque
en esta posibilidad la última palabra la tiene el Sr. Alejandro Nogales.
Hay
una tercera que yo descarto, pero es posible, y es que no tuvieran previsto qué
presupuesto quieren y andan ahora pensando qué hacer y como gobernar.
En
cualquier caso, dejo a los lectores que elijan la que mejor les parezcan, y sobre
todo que piensen en ellas.