domingo, 26 de octubre de 2008

Las víctimas más vulnerables del franquismo: mujeres y niños


Tuve la ocasión de asistir a una gran conferencia el pasado día 20 de octubre en la Casa de la Mujer de Badajoz, auspiciada por la Asociación para la Memoria Histórica de Extremadura, e impartida por la Historiadora y Profesora Titular de la UCM, Mirta Núñez.

Y nos habló de otros de los grandes olvidados de la historia de la postguerra (de la nuestra, la Guerra Civil), los niños y las mujeres.

En un entorno social donde las mujeres tenían menos derechos que los hombres y donde constituían la retaguardia social, las mujeres y los niños también fueron fuertemente represaliados por el régimen franquista durante la postguerra.

La mujer que fuera sujeto activo en la lucha contra la ilegal sublevación franquista y que no fuese exterminada, fue recluida en cárceles, donde vivieron en condiciones inimaginables ahora. Para hacerse una idea, en la época la población reclusa superaba los 230.000 presos en una población de algo más de 20 millones de habitantes, hoy son algo más de 60.000 reclusos y somos algo más de 40 millones.

En esas condiciones, las presas políticas, las mujeres activas, trataban de mantener su estatus diferenciador de las delincuentes, no como forma de diferencia clasista, sino como forma de grupos de apoyo que les servían de sostén material (compartir comidas, ropas y cubrir las necesidades primarias) y emocional (muchas se quedaron sin parejas, hijos o familia). El régimen franquista, consciente de ello, les somete a una intensa propaganda que las califica sin piedad como delincuentes en el mejor de los casos, y como putas a todas ellas, obligándolas a romper esas estructuras de presas políticas, mezclándolas con las presas por delincuencia. "Y si no quieres caldo, dos cazos", además eran obligadas a trabajar cosiendo los uniformes de sus carceleras y de las fuerzas militares y del orden de la época.

Pero también sufrieron represalias las mujeres como sujeto pasivo, es decir, aquellas que no fueron encarceladas por sus actividades políticas o de apoyo a la república. Estas quedaron como únicos soportes de la familia y como únicos contactos de los encarcelados con el exterior. Tan importante era el papel de estas mujeras, que el régimen no tardó en romper los lazos familiares desplazando a los presos a largas distancias, insalvables en aquella época de penurias y conexiones inexistentes. Tan grave era la situación que la protitución era una salida, además consentida y promocionada por el régimen, que veía con buenos ojos ese final para estas mujeres y "el comportamiento tan macho del modelo de hombre hispano por ellos fraguado". Pero se les escapó de las manos a través de la difusión y expansión incontrolada de las enfermedades venéreas, toda una epidemia en la España de Franco. Tanto fue así, que inventaron lo que denominaron la Obra de Redención de la Mujeres Caidas, nombre que no necesita dar explicación alguna de los fines de tan "pía obra".

En estas condiciones, muchos niños (tanto de mujeres como sujeto activo, como de las que fueron sujeto pasivo) quedaron sin hogar o en hogares con economias y relaciones imposibles. El régimen franquista los recogía en casas de acogida regentadas por curas y monjas que iniciaban los programas de adoctrinamiento que buscaban la conversión de estos niños en el modelo franquista: "los hijos de los rojos de antes serán los curas y monjas de ahora". Tanto era así, que la propaganda publicaba estas "conversiones" en los periodicos de la época, como clara muestra de su victoria moral.

Está claro que con ellas y con los niños, tenemos una deuda moral que debe restituirse a través de la verdad, a través de la Memoria Histórica. Sino, tendremos más generaciones (ya hay dos en curso) que desconocerán estos hechos y que los calificarán como simples historias de viejos, y son mucho, muchísimos más que eso.

Va por ellas y por esos niños de infancia perdida para siempre.

Saludos

PD: Merece la pena que continuéis con este artículo de Malo Malísimo

18 comentarios:

Satine dijo...

GRACIAS, va por ellas y ellos.

Saludines

José F dijo...

Me uno a tu proclama.

Un saludo

Malo Malísimo dijo...

Tengo que volver a leerlo y tranquilizar los sentimientos.

Pantagruel dijo...

Lo que cuentas no hace sino añadir razones a la necesidad de llevar a buen puerto lo que Garzón se ha atrevido a iniciar. No entiendo el recurso lanzade desde la fiscalía del estado. Algo chirría ahí.

Hitos dijo...

Mientra sí mientras no está bien que vayamos recuperando algo de la memoria dormida. Los que sepan de primera mano, que nos cuenten y lo demás lo investigaremos.

Es de agradecer este tipo de artículos, muy de agradecer

Malo Malísimo dijo...

Pregunta y te contestaremos.
Panta: Chirria el miedo. Son muchos años de opresión.
Paco enlacé tu entrada con la mía. Leela y actua en consecuencia.

Borrasca dijo...

Quienes olvidan la historia están condenados a repetirla.

Besos borrascosos

Anónimo dijo...

Hemos tenido que ser los nietos y nietas de aquellos que padecieron semejante vileza los que empezemeos a poner las cosas en su sitio muchos años después y a reivindicar la memoria de los que lucharon por defender la legalidad y el progreso para un país tan atrasado como el nuestro.
He conocido todo lo que explicó Mirta en mi propia familia : mi abuelo encarcelado en Mérida, Cáceres y campo de concentración de Castuera durante seis años y luego otros tres de destierro en Ciudad Real. Mi padre y mi tío privados de su infancia y mi abuela condenada al ostracismo social y a la condena por ser mujer de "rojo". Pero los nietos haremos lo que nuestros padres no pudieron, por miedo, acometer hace treinta años, cuando se levantó el edificio de la Transición sobre la impunidad y el olvido. La Memoria Histórica dignificará la vida y obra de aquellos que lucharon por un mundo mejor. Es algo imparable. El auto del juez Garzón es sólo el comienzo que ninguna triquiñuela procesal conseguirá detener. Sólo aplazar, en el mejor de los casos, para los que quieren olvidar.Paco Velázquez

Likuid dijo...

No hace falta ser nieto de nadie para sentir la necesidad de justicia.

Nieves dijo...

Paco conmovedora tu entrada.

Es cierto debemos de recordar y preguntar para saber porque cuando un régimen oprime son muchas/os las/os víctimas/os y alguno, como muy bien dices, los grandes olvidadas/os.
Es increible que haya aún quien entienda que se debe pasar página. Tenemos que recordar porque si no corremos el grave peligro de que algo parecido vuelva a suceder.
Lucha activa por la memoría Histórica.
Adelante Garzón con tu actuación.

Yo también me uno a tu proclama.

Hasta pronto. Nieves.

Anónimo dijo...

Claro que no hace falta ser nieto de nadie para sentir la justicia,LIKUID, faltaría más, pero si has sido familiar directo e hijo de represaliados has vivido en carne propia todo lo que hubo de oprobio e injusticia y además has sentido el dolor que todo ello suponia para tus seres queridos. Paco Velázquez.

Likuid dijo...

Totalmente de acuerdo, Paco Velazquez.

Ruth dijo...

¡Buenas tardes paco!

No podemos olvidarnos de lo que nos han hecho, de tanto dolor y sufrimiento causado a quienes no pensaban o actuaban como ellos querían, ellos eran los que no respetaban en absoluto la libertad de las personas, debemos transmitirlo tenerlo siempre presente, ya que es nuestra historia, por ellos y por nosotros y por todas las generaciones venidas y por venir, luego si puedo os recomiendo un libro que ayuda a seguir conociendo todo aquello que pasaron y padecieron.

Un abrazote, voy a ver que pone malo malísimo.

Unknown dijo...

Paco, muchas de éstas mujeres fueron verdaderas heroínas, pues sin su marido, en aquélla época, y con la etiqueta de roja, sacaron adelante a sus familias con mucha dignidad, y en muchos casos sin resignación, siguiendo en la lucha. Son las grandes olvidadas de la época de la post-guerra incivil que tuvimos. Se merecen no un homenaje si no el respeto, recuerdo, aprecio y cariño de todos nosotros. Ellas aguantaron para que nosotros estemos donde estamos

Un abrazo para todos y todas, especialmente para aquellas mujeres que vivieron esa época y que seguramente hoy día, gracias a su formación en nuevas tecnologías estarán leyendo este blog.

sebastian(elcurrante) dijo...

Desde lo más profundo de subconsciente colectivo, grita, por salir a la luz, una parte nuestra que habita con dolor en su interior, y al igual que un enfermo tiene que revivir sus experiencias negativas, aquellas que le atormentan, para superarlas y que sirva de catarsis.
Hace falta, para que nuestra mente colectiva sane, sacar a la luz toda esa experiencia que nos traumatiza como colectivo.
Aquellos que se oponen a que se conozca la verdad lo hacen, en unos casos, por temor a enfrentarse a su verdad, que no es otra que recoconer que ellos o sus antepasados dedicaron su vida a una causa que se cimentó sobre una tragedia y se alimentó de ella. En otros casos esa negativa viene porque es duro reconocer públicamente que se comparte ideología con aquellos que fueron capaces de cometer un genocidio y por tanto no son mejores que los nazis o los etarras.
Tiene que llegar el momento en que en España sea ilegal que haya una asociación en memoria de un genocida, ni actos de enaltecimiento del mayor terrorista de las historia de España.

Un saludo y un abrazo

Cordocacereña dijo...

Hasta hace poco, tenía una visión de nuestra historia reciente, más bién ninguna visión, por no querer saber.

Este verano he querido leer un libro de esa parte de nuestra historia que mis mayores no quisieron contarme, que mi profesora de historia se negó comunicarnos por no estar de acuerdo con los libros de texto de la época, y que oí en algunos casos, de unos y otros, desde puntos de vista muy poco objetivos.

Tuñón de Lara me ha abierto los ojos de esa parte triste y sobre todo cruel de nuestra historia, sin sutilezas, con datos, con objetividad y sólo entonces, ahora, he comprendido lo que pasó.

No quiero verlo con sentimiento de venganza, pero sí de reconocimiento de verdad oculta por mucho tiempo.

Me uno a tu homenaje a las mujeres, como mi abuela, que pasaron por todo eso, y que sin embargo, supieron recomponer toda su vida, con mucha dignidad y que llegaron a ser ejemplo de mujeres luchadoras, fuertes y a la vez, alegres.
Y también socialistas.
Termino, no puedo seguir. Besos para ti Paco y para el resto de amigas y amigos que te visitan. Carmen.

Paco Centeno dijo...

A todos gracias por participar y especialmente a los nuevos de este blog Paco Velázquez y Borrascosa. Seguid pasando por aquí.

Borrasca dijo...

Paco sigo pasando a desatrasarme...

Besos borrascosos